- Utilizar un
vocabulario adecuado a la edad del niño.
- Debemos hablarle
lentamente, con claridad y articulando bien, ya que los niños copian y van a
coger primordialmente vuestro modelo de habla.
- No corregir, ofrecer
el modelo correcto. Por ejemplo, si el niño dice “daton” decirle nosotros “si,
el ratón…” de forma clara y bien articulado como mencioné anteriormente.
- No usar diminutivos
para nombrar las cosas. Por ejemplo “guau- guau” por perro. Si el niño las usa,
no repetirsela pero decirsela a continuación de la forma correcta.
- Evitar burlas,
comparaciones con otros niños y repeticiones constantes de las palabras
"mal pronunciadas".
- Ponerse frente a un
espejo con el niño o niña para enseñarle la articulación correcta de los
fonemas.
- Mantener contacto
con personas ajenas a su entorno familiar (adultos y niños de su edad).
Intentarán hacerse entender y mejorar poco a poco su articulación.
- Demostrarles
confianza, ofrecerles seguridad y motivarles constantemente porque, a veces,
pueden sentir cierta ansiedad o desánimo.
- Si su hijo persiste
en pronunciar una palabra de forma incorrecta no le atosigue, pero recuérdele,
repitiendola bien usted, como es correctamente la palabra. El niño no debe
entender que su mala articulación se la da por buena.
- Las cosas deben ser
denominadas por su nombre y correctamente, no le hable con “lenguaje bebe”.
- Debemos ejercitar
los movimientos de la boca con fáciles ejercicios en casa:
* Pedirle que se
relama.
* Juegos de mímica en
los que me imita a mi moviendo la boca, labios y/o lengua.
* Que imite a alguien
mascando chicle.
* Hacer el sonido de
la moto (brrrrr).
* Imitar el sonido del
telefono al llamar (ring ring)
* Etc
- Además realizar
ejercicios de soplo le ayudará a la mejora de la articulación. Podemos pedirle:
* Que mueva una bolita
de papel a lo largo de la mesa.
* Que sople un
matasuegras.
* Tomar aire por la
nariz hasta llenar las mejillas de aire.
* Soplar velas a
distinta distancia.
Todo esto siempre de
una forma relajada y que el niño no esté tenso ni nervioso. Hay que favorecer
su relajación primero.
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